Soportes básicos de los escenarios educativos virtuales
En lo que respecta a los medios tecnológicos, o soportes educativos virtuales, es necesario aclarar que la fortaleza
no es la multimedia, como se cree, sino el diseño didáctico. Al respecto, Duart y Sangrá (2000) plantean que el
diseño debe hacerse de acuerdo con la tipología de los contenidos, los objetivos de aprendizaje y las finalidades
formativas concretas.
En el caso de la Fundación Universitaria Católica del Norte, los procesos para crear ambientes de aprendizaje se
integran con una plataforma tecnológica y un sistema de estudios. La plataforma ofrece alternativas para la
comunicación en tiempo real entre estudiantes y docentes, comunicación asincrónica, manipulación de archivos,
diferentes formas de evaluación de aprendizajes, construcción de grupos de discusión, elaboración de glosarios,
gestión de conocimiento, construcción de páginas web, planeación de actividades en calendarios, entre muchas
otras posibilidades.
La Plataforma Educativa permite crear cursos completamente interactivos, los cuales posibilitan a los profesores
presentarlos de una manera flexible y variada: desde instrucciones programadas en procesos de auto capacitación,
hasta sesiones dinámicas e interactivas para grupos constituidos formalmente. La forma como se presenta un curso
depende del contenido, la complejidad del material de aprendizaje, la metodología de enseñanza y la intención del
docente.
Con referencia a la asistencia pedagógica, se debe resaltar que su modelo debe estar especialmente definido sobre
la base de que la tecnología es el medio pero no el fin, es decir, que por encima debe estar la intencionalidad
formativa como eje central del proceso. Por eso, en la Católica del Norte, para la asistencia pedagógica se ha tejido
el Sistema de Estudios, el cual tiene el siguiente propósito:
Quiere fomentar el uso óptimo de los ambientes infovirtuales de la plataforma infovirtual
2
para suscitar
integralmente la potencia deliberativa de los estudiosos (docentes y estudiantes) mediante la gradualidad
analógica. En los ambientes infovirtuales, nuestro sujeto educativo afronta realidades, estudia e inventa
posibilidades, y nuestro servicio docente colabora y coopera con un modo de proceder básico y permanente en
el que puedan concurrir los más diversos recursos lógicos, metodológicos, pedagógicos, didácticos,
tecnológicos, así como los aportes de las inteligencias personales de los estudiosos —estudiantes y
profesores— que interactúan en la interconectividad infovirtual o campus infovirtual (Jaén, 2001)
3
.
Según el Sistema de Estudios, en los procesos de aprendizaje deben identificarse conocimientos, competencias,
habilidades y destrezas, como elementos previos para llegar a unos conocimientos meta, en un proceso de
gradualidad analógica. Lo gradual hace referencia al proceso formativo continuo hacia el conocimiento meta. Sobre
lo analógico, en los documentos de orientación interna de la Institución, se advierte que:
En nuestros procesos de aprendizaje común y corriente siempre vamos pidiendo ejemplos, referentes en la
realidad vivida y conocida; en esos ejemplos vamos encontrando parecidos, vamos comparando, descubrimos
diferencias y semejanzas, y vamos comprendiendo los nuevos conceptos. A la vez que adquirimos nuevos
conocimientos, también comprendemos mejor las realidades de nuestros contextos significativos. Hasta ahí
hemos constituido un conocimiento fuente.
Este sistema configura la intervención pedagógica como fin, apoyada en la plataforma tecnológica como medio,
donde el énfasis no es la construcción de escenarios animados con tecnología para la música, el video, los colores,
los movimientos, sino que, más bien, se da paso a la mediación basada en el diseño instruccional y didáctico de
contenidos de aprendizaje.
martes, 13 de octubre de 2015
CONSTRUCCION DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL
Construcción de la educación virtual Si con respecto al concepto de virtualidad no se aprecian unos acuerdos públicos, en lo concerniente a la educación virtual las cosas no son diferentes. Suscita debates, incredulidades y a veces es tratada hasta con irreverencia. En la comunidad académica hay resistencias, ya que no es fácil aceptar de un momento a otro la posibilidad de procesos educativos formales por fuera del mundo escolar de las aulas convencionales, las tizas y los tableros. La educación virtual se aplica como modalidad con resonantes resultados en países como España, Australia, México, Argentina, Inglaterra y Estados Unidos, y se halla dentro de las prospectivas de los Estados como solución para garantizar formación masiva y de calidad a poblaciones de estudiantes caracterizados por la movilidad. Así, podemos afirmar que la educación virtual se posiciona en todo el mundo como una alternativa útil para la población, pero sin acuerdos entre sus gestores y usuarios sobre su verdadero significado. Sin embargo, su contexto, determinado por ambientes tecnológicos en vez de círculos de estudiantes alrededor de su profesor en el mismo sitio y en el mismo horario, al igual que su denominación, han tenido trastornos en el momento del reconocimiento social. Esto es fácil comprender lo, si se acepta que las tecnologías para la educación crean aún para la sociedad escepticismos e incredulidades, y que el término virtualidad carece de acuerdos sobre su representación social. Lo anterior porque la educación implica contactos reales, y porque lo virtual es apariencia, sin piso, dicen; entonces, como tal, es atrevido hablar de educación virtual. Se escucha también que la educación es un proceso para el desarrollo humano, que tiene que ser real, no imaginado. Los escenarios educativos no se pueden imaginar, ni imitar. Negar su existencia tangible sería negar la posibilidad de la verdadera trascendencia educativa. Puede deducirse que el término virtual sí crea barreras, aunque, claro está, los especialistas en el tema saben que la evaluación de la educación virtual implica el tratamiento de otros indicadores, dentro de los cuales la denominación pasa a un segundo plano. De todas formas, esta falta de identidad social de alguna manera obstaculiza los procesos. En vista de tal confusión, las instituciones han intentado otros términos menos polémicos como educación electrónica, educación distribuida, escenarios múltiples, comunicación infovirtual, educación mediada con nuevas tecnologías. Sin embargo, todas estas denominaciones tienen la misma esencia, sobre la cual se identifican necesidades en cuanto a la construcción de ambientes de aprendizaje que incorporan el papel de los medios tecnológicos, la asistencia pedagógica, la función de los docentes y las motivaciones para la comunicación socio-afectiva.
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